No cabe duda de que con el nuevo Galaxy habrá nuevo hardware, es un momento ideal para demostrar de lo que son capaces, y es lo que han estado haciendo con cada Galaxy S que aparece al mercado. Algo que también ocurre con los Note, y en un caso cercano tenemos a la versión Neo.
Samsung marcará de nuevo referencias en el hardware, ¿será suficiente?
Tampoco pillará por sorpresa a nadie que haya dos versiones, una utilizando el hardware Exynos creado para la ocasión, y otra tirando de Qualcomm. Repasando los medios que informan sobre el asunto, hay unanimidad en que el Exynos no contarán con hardware de 64bits, aunque los coreanos siguen desarrollando una solución así, y no debemos descartarlo (Eldar Murtazin apuesta por Exynos 6). Se admiten apuestas.
Samsung Exynos 5430 podría ser el modelo concreto, con un procesador de ocho núcleos en su interior, funcionando a 2GHz. En lo que respecta a la alternativa Qualcomm, para ambos sería un momento ideal para estrenar un Snapdragon 805 en el mercado.
Teniendo en cuenta lo que ya tienen en el mercado, no esperamos menos de 3GB de RAM en cualquiera de las versiones, y en lo que respecat a almacenamiento, esperamos tres escalones: 32/64/128GB (ampliables vía microSD, marca de la casa). También esperamos que cuente con lo último en conectividad LTE. La batería debería estar en torno a los 3.200mAh.
No hay dudas de que el reto se va a conseguir tanto con Qualcomm, como con la opción de casa (importante, ambas con LTE). Le dirán al resto cuál es la referencia Android en el mercado, y aunque haya teléfonos más o menos capaces, el desarrollo de la plataforma estará enfocado en su hardware.